lunes, diciembre 11, 2006

Un caso el difunto


Y ahí tá... murió sin que nadie lo matara, en la impunidad misma.
Recuerdo durante todos los años de mi vida que cada vez que veía la televisión con mi mamá e interrumpían las transmisiones con un "extra, extra", mi mamá decía "¡murió Pinochet!" y justo ayer que no estaba viendo tele y tampoco estaba mi mamá al lado, se muere este enviado de don sata, tan impredecible como siempre...

Ahora me entra la duda... ¿estará muerto realmente?

viernes, noviembre 17, 2006

Poe inspira




















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Sé que entenderás...

miércoles, octubre 04, 2006

Primavera otra vez

Hace exactamente un año atrás que escribí -al igual que hoy- después de la lluvia “matapajaritos”.

Hace un año atrás comenzó la primavera, siguió el mes de octubre y con él esta famosa lluvia que es la última del año (se supone).

Hace un año desperté muy temprano con el canto ensordecedor de las aves, hoy lo mismo, desperté muy temprano sentí a las aves casi en mi cama y me acordé del escrito de ese entonces… me levante y lo busqué.

Así fue hace un año, mi perspectiva estaba muy alejada de Comte era un escrito más bien negativista… sol, calor, colores, flores, aromas primaverales y pajaritos llorando a sus crías muertas.

Y hoy así, como hace un año, un déja vu, desperté con el mismo sentimiento, luego al leer ese cuaderno fue exactamente la misma sensación.

Ha pasado un año y el mismo extraño canto de aves y yo con la misma angustia, donde el canto, a diferencia cualquier época, parecía uno, distintos sonidos y un canto general, tal vez como gritos desesperados por el efecto de esta última lluvia y quizás no son cantos, deben ser llantos del día después del holocausto fluvial.



-Fué un día especial, mi abuelo (qepd) y mi abuelita (a ella no le gusta que le diga abuela) en un día primaveral, ellos orgullosos quisieron posar con su jardín, que ese día tenía más vida y color que nunca... un recuerdo de la primavera pasada. Casa de Matagua, Quinta Región-

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Estos son los primeros días del inicio de la primavera y como siempre mi deseo es el mismo: que no se manifieste la desagradable alergia, pero aún así, me gusta la primavera es mi segunda estación favorita después del otoño.
Que contraste de tonalidades existe en estas dos estaciones, marcadas cada una de grises y naranjos, frió y humedad y la segunda de reflejos brillantes, color y calor.
Pero para mí, a diferencia de los animales de sangre caliente, es la época de letargo, el proceso de una especie de hibernación y ya estoy sufriendo un leve descenso de mi tasa metabólica.
La primavera me prepara para el insoportable verano, donde mi metabolismo baja, mis defensas se van de vacaciones, para volver a activarse en otoño, donde comienzan a brillar las ideas, proyectos, me activo, siento ganas de hacer cosas (por intrascendentes que parezcan).
En esta época, me detengo y, como mis defensas bajan, no estoy preparada para invasores, no estoy en condiciones de cuestionarme nada, sólo descansar.

Es muy posible que no me sienta animada a escribir, así es que durante mi hibernación publicaré sólo fotos… Hasta el Otoño entonces.


-...y el contraste. Este árbol lo fotografié el otoño pasado en casa de una pariente del sur. Sector Tres Sauces, Cañete, Octava Región-

martes, agosto 01, 2006

El abstracto hombre chileno


Al hablar de ‘hombre chileno’ es una forma gráfica acerca de un patrón común entre una gran masa dentro Chile, esto porque es una constante que llama profundamente mi atención, ciertos rasgos comunes entre hombres (así tal cual con género explícito) que ya parecen ser parte del colectivo. Puedo equivocarme, pero esto se manifiesta tan a menudo que parece confirmar mi teoría.
Me permito resaltar uno, la cobardía, llega a tal punto que puedo hacer comparaciones de grados de cobardía entre unos y otros, pero el factor tiempo y espacio me condiciona, además sería una lata; pero si, existe cobardía en todos ellos.

Es evidente que hay temores en toda persona y es una condición de ser humano y dichos temores tienen un sentido mucho más profundo, sin ellos no existe la búsqueda a una superación. Pero en Chile el hombre es “choro”, no valiente, se exalta fácilmente con una ofensiva que la mayoría de las veces carece de sentido. No veo valentía, honor, nobleza, la altura por excelencia, que según he sabido existe en otros países y que tuvo Chile decenios atrás. Aquel hombre bizarro impulsado por el coraje e imponente se ha extinguido, dando paso al “choro” de nuestros tiempos, al personaje que dice “no, mi’jita, yo la defiendo”. He ahí el hombre símbolo, el que no maneja con buen criterio situaciones espontáneas, el que rehuye la posibilidad enfrentar sus temores, el que deja toda creación en manos de otro o del etéreo destino, el que cómodamente espera y no busca por miedo a equivocarse, el que evita avanzar por miedo a lo desconocido, el que se lo pasa la vida esquivando desafíos, o el que desde su casa siente que aporta viendo noticias, dejando sus ratos de hobby para la transmisión de un partido de fútbol o en su defecto para el Kike Morandé (da lo mismo a falta de uno está el otro, es a lo que yo llamo recreo mental). Pero hagamos una analogía con el sexo femenino, nosotras tenemos más sentido de nuestra esencia y la valoramos como tal sin miedo.
Es más común que mujeres frente a sus temores sean capaces de hacerles frente y más aún, superarlos.

Un punto a favor es que este modelo es soñador, sueña con avanzar, sueña con producir, y sueña debido a la falta de visión, ya que la ciega espera de algo prometedor lo deja ahí sentado frente a cualquier clase de monitor para sentir que lo que anhelan será reflejado en la extensión de su cerebro como lo es una pantalla. La estrecha relación entre ellos y una pantalla cualquiera se debe al miedo a pensar, a escarbar en su interior, meditar sobre si mismo y descubrir lo patéticos que pueden llegar a ser.

Como siempre están esperando esa revelación espontánea de su suerte e impulsados por su miedo, pierden todo sentido del compromiso, el compromiso los aterra más que nada, tratan de manejar situaciones con promesas creyendo que salen airosos total para eso están las aspirinas, para escapar de posibles compromisos, o bien, hablan hasta el cansancio de proyectos que nunca concretarán.
La falta de compromiso se manifiesta de la misma forma con amigos, familia, trabajo, novias y hasta con ellos mismos.

Pienso en mis relaciones, cortas o largas, intensas o no, siempre el factor cobardía ha estado presente, independientemente de la calidad de estas, me he visto involucrada con el arquetipo chileno y bueno, no me ha quedado otra siendo compatriota de ellos.

Un libro que leí hace poco de Armando Roa, me hizo reflexionar sobre el hombre chileno, al fín mi percepción tenía un respaldo potente. En este libro se habla de la temporalidad en el hombre chileno y hace mención a esa falta de vivencia del tiempo y al miedo imperioso en todo orden de cosas, como se plasma en estas líneas:

“…la falta de responsabilidad para cumplir compromisos contraídos voluntariamente y que no demandan trabajo alguno, como cuando alguien se compromete a asistir a una reunión o a realizar una gestión pero no lo hace, la falta de puntualidad horaria, o aún peor, dejar esperando y ocupar sin remordimiento alguno el tiempo del otro, sin aparente provecho propio de ese tiempo que se destina más bien a meras entretenciones caprichosas…”

y más adelante

“… los chilenos existiríamos en una ´especie de extratemporalidad´, en un estado de crisálida, sin un desarrollo aún bien adecuado de nuestra interioridad, como para que nos enfrentemos con coraje y en igualdad de condiciones ante el mundo. Es lo propio de una etapa adolescente de una cultura”.

Siempre he dicho que me gustan los chilenos ante todo, siempre he descartado la posibilidad de enredarme con un extranjero, por un asunto de no compartir idiosincrasias, pero que pena que esta preferencia me lleve a tener que transar con la no grata cobardía que distingo en ellos.

En fin, el libro mencionado me ayudo a entender que el desconcierto que me provoca el sexo opuesto tiene un punto de partida y es que esas características que no entendía, que me chocaban (aunque siento que aún me chocan) y que yo pensaba que se habían transformado en una constante en mis relaciones de pareja, son parte de una raza llamada “chileno” y cuando hay genes de por medio no hay mujer que se la pueda

jueves, junio 01, 2006

Cuidado con las nuevas corrientes

Hoy estoy molesta, me he topado con más de una conocida que no son mis amigas y que más encima no me agradan, que me llenan de halagos hasta inventados para que yo responda con otros y así encubrir su estúpida inseguridad. “Hola amigui, chiquitita, cómo estai? (muack), que lindos eh… tu… tus… eh… aritos”.

Reconozco que tengo algunos modismos esnobistas, pero también debo reconocer que los odio, a veces me brotan espontáneamente, talvez impulsada por una oscura corriente. Pero ahí van otra vez, usando frasecitas siúticas.

Para mi ya no más.

Sin embargo, ojo, que son palabras que dan resultado en el receptor, se sabe conciente o inconcientemente que el efecto será positivo -en el mal sentido de la palabra- y la mayoría de la veces el receptor que cae es mujer (si cae un hombre es porque tiene su lado femenino bastante desarrollado). Términos simplistas y clichés que manipulan y causan el efecto esperado, ninguna mujer se puede resistir a ellos, como el “¿hola mi niña?”, “¿hola chiquitita?” (asi tal cual, en tono de pregunta), "amiga", “gorda”, "chancha",“amorosa”, “top”, “negrita”, "brujita" el etcétera corre quizás hasta cuánta palabra que se inventará en el futuro. Debo agregar que cuando usan diminutivos de diminutivos es doblemente fastidioso, “chiky”, “gordy”, “amorosy”, “topy”, "amigui", "bruji", “negry”, "chanchi", “perry”, en fin, ahí están todos esos calificativos lisonjeros que bajan las defensas y deja al otro (a la otra) en un merrindoatusencantosdeamigui, pero hay que tener presente que es ahí donde abunda el individualismo y la afectación.

¿Cómo no verse envuelta en un dialecto tan pegote? ¿Qué clase de siniestro demonio ronda en las cabezas femeninas que nos invita al cinismo y zalamería?

Para que los hombres entiendan, debe ser parecido a lo que sienten cuando un desconocido o alguien a quien están recién conociendo les dice “compadre esto, compadre aquello”, considerando que compadre es mil grados menos tedioso.

Como sea, si no las usas estás out, no pertenecerás a ningún círculo, porque en todas partes y en todo tipo de mujeres los he escuchado; pero hay que tener cuidado, pueden ser traiciones demoníacas.

He sido solidaria al advertir a mis congéneres que no necesariamente la que te trata con palabritas empalagosas te estima, así es que huye y grita a quien las usa contigo “¡FUERA DEMONIO!”. Obviamente no te querrán porque no caíste en su falso encanto, pero has rechazado un acto de cinismo y rivalidad hacia tu persona. Hazme caso, es una corriente peligrosa y que va en aumento.



¡A LA CARGA DIRIGENTES!




Dejo de lado esa molestia para pasar a una satisfacción. Me siento complacida al ver a los estudiantes secundarios movilizados por una causa tan latente desde hace muchos años y que ningún profesor ni autoridad de ninguna parte, ha podido cambiar.

Ya llevo unos años estudiando pedagogía y desde que entré, profesores nos han hablado de la famosa brecha que separa segmentos de educación, que hay un problema y nunca se hizo nada, o bien, se intentó, pero nadie escuchaba porque se sabe que es algo muy profundo, subestimaban las consecuencias que podía acarrear (al fin estoy hablando en pasado).

Cambiar la LOCE no es cosa fácil para ningún gobierno, por lo tanto se ha evadido el problema dejando el cacho para el gobierno que venga, han hecho oídos sordos ante una situación muy evidente, un grito silencioso. Felizmente ya no más, se dejó oír, los estudiantes se cansaron y comenzaron su llamado de atención, y de paso, han cambiado radicalmente la visión general de adultos que los miraban con desdén sacándosela siempre con la odiosa frase que nunca ha tenido sustento “Nooo, si los jóvenes de hoy no están ni ahí”. Ya se ha demostrado que están interesados, que tienen mucho que decir y más aún aportar al sistema tan arrogantemente manejado por adultos. Gracias a estos jóvenes, sus hijos podrían tener de una vez por todas la educación de calidad que nosotros nunca tuvimos. Bien por ellos y bien por su paro, muchos se lo merecen.

Claro también están los que buscan pantalla. Restos del herido han servido de alimento para carroña. He oído en la prensa a los que nunca hablaron, los que no aportaron, que ahora buscan foco. Me refiero a la derecha, cuan lumpen aprovechándose del conflicto, aparecen tirando proyectiles al gobierno, cuando ellos mismos ampararon cuanta ley arbitraria surgió del gobierno ‘fucking’ militar.

¡Ah!, de paso doy felicitaciones al dirigente Cesar Valenzuela, quien ha superado con creces mi admiración a los líderes emergentes.

¿Qué reflexión transversal se me viene a la cabeza? Que nuevamente las leyes se cumplen, pero no hablo de leyes mundanas, sino de las universales, la ley de causa-efecto (o acción-reacción) y como es arriba es abajo. Otra vez la soberbia sucumbe y se impone el “débil”. Buen dicho aquel de que todo cae por su propio peso. Lo he vivido en todo orden y grado de cosas, a nivel personal, nacional y a nivel mundial.

Lo que lamento es que –tal como nos ha enseñado la historia del hombre, como la caída de los imperios de turno y la misma Biblia en muchos parajes como la torre de Babel y la muerte de Jesús- heridos habrán y muchos de ellos inocentes que pagarán para salvar a otros. ¿Qué hacer?, prevenir y actuar a tiempo, dejar de lado el orgullo y la soberbia antes que la rabia brote.

miércoles, mayo 03, 2006

Identidad pura

En la U cualquier calificación vale: que somos unos intelectuales inmaduros, individualistas, inconformistas, floreritos o como oí por ahí la más populacha y anarquista de todas. Como sea, muchos epítetos, buenos o malos según el punto de vista; pero innegablemente con una identidad propia, no por nada pertenecemos a una “República Independiente” ¿En qué otra hay más democracia que allí? nos damos permiso y provocamos reacción.

La vida universitaria ahí es particularmente distinta, no conozco una fraternidad tan especial y tan solidaria. Como aquel día que me junté a almorzar con una compañera vegetariana en el casino y fiel a su condición, dejó su trozo de carne y ahí estaban los que siempre rondan buscando almas caritativas que conviden almuerzo:
-¿te vai a comer todo?
-no
-¿me lo dai porfa?
-si, claro…
Resultado, alumnos y cocineros felices. “Acá nada se pierde”, dicen.

O tan empática, con sus características paredes vestidas de letreros en cartulina u hojas de cuaderno invitando a revolucionar algo, vendiendo anticonceptivos, carretes en el Roma, peña por aquí, peña por allá, cuadernos perdidos, un profe ausente, asambleas extraordinarias para capear clases y una infinidad de documentos y extractos de lecturas salidas de no se donde y cuya validez nadie se preocupa de investigar; pero allí están, información para cada necesidad. Ah, claro, sin contar los letreros de papel couché que nadie lee.

O tan impredecible como aquella vez en mi primer año, como buena mechona inexperta, averiguando cuanta función gratis se ofrecía, pendiente de películas en estreno, y constante visitadora de la hemeroteca, el lugar más piola de la U, para hacer las tareas a tiempo. Veo que una chica pasa módulo por módulo diciendo algo en silencio a otros mechones en las mismas, hasta que llegó a mi y distingo unas palabras: “hay cine…”.
¡Que bien el estreno de Fahrenheit 9/11!, pensé. Me tomé mi tiempo, terminé mi tarea. Un auxiliar que guardaba con apuro las sillas, me dice que qué hago ahí todavía, le digo que no me preocupaba porque sabía que la película comenzaba en media hora más…
-¿Qué película?
-la que va a dar, respondí
-¡Qué película ni que nada, tiene que puro irse que se tomaron la U!
-¿pero y la película?
-¿le dijeron que hay "sit-in"? Noooo, eso es que se la estaban tomando, ahora vea cómo sale de aquí, afuera está la cagá.
Salgo, la U desierta, no hay escapatoria, todo lleno de humo, me voy por unos pasillos y me detiene un grupo de grandes encapuchados (no recordaba alumnos tan altos… ¿?)
-¿qué haces acá?
-busco la salida
-estamos cercados, no puedes salir.
Me devolví, pensando que la salida por atrás era la mejor y me encuentro con un panorama más confuso aún, desorientada corro con un grupo de encapuchados hacia un lugar seguro, luego para otro, hasta terminar en una calle que jamás había visitado, sin poder respirar, sin enfoque alguno y llorando a mares, no de susto, el gas lacrimógeno se me había incrustado en la piel y lo peor de todo ¡A CARA DESCUBIERTA! De esa logré escapar, pero mi susto empezó de noche, con disimulo junto a mi familia vi las noticias locales cruzando los dedos de no aparecer. Bueno, mantuve mi bajo perfil, no aparecí, pero gracias a eso descubrí que la U tiene sorpresas y que llevar pasamontañas es indispensable.

Cuántas cosas más he dejado en el tintero, esto es un esbozo del acontecer en mi escuela, una Universidad humanista sin más recursos que un plumón y pizarra, donde clones de Malenita y el Moco Soto* recorren los pasillos en busca de la sala de turno, donde el escudo debería llevar un honorable perrito callejero y un guanaco. ¡Esa es mi U!


Dedicado a los eternos inconformistas que ayudan a fortalecer su identidad, a todos ellos, muchas gracias.



*Véase Chancho Cero

viernes, abril 28, 2006

Stand by

Ahora que entré al sistema, el sistema me tiene ¿cuándo parará esto?, vuelvo aqui, escribiendo otra vez, talvez impulsada por mi anciedad... ¿viviré para terminarlo o quedará aqui, inconcluso como lo que pasa por mi cabeza?.

Hoy desperté a una nueva historia sin fin. Lo vi, lo vi pasar, sentí miedo, miedo de no estar viva, de que todo fuera real o peor aún, estático, temor de volver a una cuadraplejia emocional. Lo que temía, sólo lo vi, el afán ha desaparecido, se ha desvanecido la ternura, vi sólo lo que se proyecta en la retina, como una foto, sólo recuerdos sin espacios para crear sueños. Tan distinto a quella época en que me besó y la conciencia me abandonó de golpe, tan distinto a quel instante en que lo besé y me abrazó con su cuerpo de metal; no importaba nada, era yo más que él, nunca me importó realmente lo que pasaba por su cabeza... mi droga, mi vicio, el único vicio que me permitía. ¡Que momentos!, yo siempre en silencio para contemplar, cuidando de no invadir sus movimientos, sin respirar para no alterar su aire, sólo contemplar. Momentos tan cercanos, tan remotos y a la vez tan presentes. Hace un par de años yo podía atravesar el tiempo sólo para permanecer un instante a su lado, ahora mi alma vagabunda escarba sensaciones y encuentra insípidas imágenes inhertes. ¿Dónde está todo eso?.

Mi aliado por ahora es el refugio eterno y paralelo de mis sueños, allí vuelvo a vivir, renace el movimiento y regresan mis sentidos vicerales, por ahora todo es inhercia y espera.

Mi espíritu narciso me llevó siempre a un satisfacción personal, es extraño, pero su ser me tenía sin cuidado, mi único afán era dejarme consumir por tan orgánico trance y hacerlo durar todo lo que pudiera, pero hasta las sensaciones mutan, asi dió paso a una evolución, obviando mi aferro, la vida me despertó para entrar en un "permanecer por" y aunque mi conciencia lo desee, no puede volver a su anterior composición.

viernes, abril 21, 2006

Narcissist


¿Porqué crear algo que, absorve gran parte de mi tiempo y que, supongo, no me traerá ningún provecho? Debo suponer se debe a mi conciencia narcisa, un karma inofensivo y oculto que llevo conmigo. En honor a eso, bienvenido seas blog!