
Ante todo este remezón a nuestro pueblo, es difícil volver a vivir tranquilo, especialmente quienes el trauma los tocó con fuerza. Sin embargo, sabemos que es nuestra patria, el país donde nacimos; crecimos sabiendo que es un país sísmico y siempre lo hemos tenido asumido, es por esto que tenemos la fortaleza para sobreponernos, porque amamos a los nuestros y amamos nuestra tierra. Conocemos muy bien los embastes de la naturaleza. En mi experiencia, he vivido dos terremotos y fuertes temporales, y sé que no es difícil encontrar personas que han pasado por los mismos o más desastres naturales y aquí estamos, aún en pie, siguiendo adelante, más que por un asunto personal, seguimos erguidos por nuestras familias para dar ánimo a los que lo necesiten y además por nuestro país, intentando producir y seguir dando fruto en la sociedad.
Si lo analizamos bien, este terremoto ha servido para dejar al descubierto falencias, de las cuales agradezco a Dios no han sido peor de lo que ya son, ya que todos hemos conocido las negligencias de distintos sectores, pero que gracias a Dios y nuestra gente no fue peor. Lo bueno de todo esto es el espíritu de los chilenos, estamos todos en la misma esto nos une más como nación, las familias no están solas, somos muchos los que pasamos este gran susto y entendemos la tragedia y estamos dispuestos a ayudar a quienes necesiten apoyo, no solo de lo que pueda ser material, sino también podrán recibir toda la energía y fortaleza espiritual, no hay que dejarse caer, hay que salir adelante y proteger a quienes lo necesiten en todos los aspectos.
Aunque suene un cliché, no está de más ser un poco majadero en decir que esta triste sacudida nos ayudará a tomar precauciones para otra posible, tomemos ventaja de esto y transformaremos el miedo en alerta, acerquémonos más a quienes amamos y disfrutemos la vida porque la naturaleza nos ha dado otra oportunidad.
Si lo analizamos bien, este terremoto ha servido para dejar al descubierto falencias, de las cuales agradezco a Dios no han sido peor de lo que ya son, ya que todos hemos conocido las negligencias de distintos sectores, pero que gracias a Dios y nuestra gente no fue peor. Lo bueno de todo esto es el espíritu de los chilenos, estamos todos en la misma esto nos une más como nación, las familias no están solas, somos muchos los que pasamos este gran susto y entendemos la tragedia y estamos dispuestos a ayudar a quienes necesiten apoyo, no solo de lo que pueda ser material, sino también podrán recibir toda la energía y fortaleza espiritual, no hay que dejarse caer, hay que salir adelante y proteger a quienes lo necesiten en todos los aspectos.
Aunque suene un cliché, no está de más ser un poco majadero en decir que esta triste sacudida nos ayudará a tomar precauciones para otra posible, tomemos ventaja de esto y transformaremos el miedo en alerta, acerquémonos más a quienes amamos y disfrutemos la vida porque la naturaleza nos ha dado otra oportunidad.

3 comentarios:
Hola mi linda amiga. Pasé a verla un día y no la encontre na'.
Espero que se encuentre bién, junto asu familia...
Un beso, y espero verla pronto.Cada vez que voy a viña paso al módulo para ver si la pillo.
Beso
)A(
Gracias por pasar a saludar a su viejo amigo que le quiere mucho!
Me acuerdo que un día pasé a verla al trabajo y le dejé un papelito con mis parabienes... Si me acuerdo de aquella visita al cementerio, ¿te acuerdas que esa vez el suelo estaba lleno de gusanos secos, de esos que le salen a los cadáveres por los ojos? jajajajaja! que piola, eso no se ve todos los dias.
Un gran beso y un abrazo apretao!
)A(
Siiii, me acuerdo muy bien de los detalles, también recuerdo que vimos unos huesos por ahí tirados, creo que era una fosa común.
Macabra la cosa, sin embargo fue una gran cita.
Te kere forever,
CLAU
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